En primer lugar tengo que decir que esta película refleja uno de los mayores miedos que tengo yo al dedicarme a la enseñanza: la falta de respeto al profesor. Y es que una de las cosas que siempre pienso cuando me hablan de la docencia es cómo me voy a enfrentar yo (con lo “pequeñita” que soy) a alumnos que me sacarán “dos cabezas” y conseguiré que hagan lo que yo diga. Además, de que cada día que pasa, veo que en las aulas se va perdiendo el respeto a todos.
Pero bueno, como chica a la que le gustan los retos, siempre la docencia será una punto de mi futuro en la que me adentraré, porque siempre me ha gustado enseñar, y más, en la asignatura que más me atrae y me encanta, como es la E.F.
En segundo lugar destacar la veracidad de la película. Se dan situaciones que perfectamente ocurren día a día en las aulas, y así, como estaba esperando a que tuviera un “final feliz” (sin la expulsión de Suleiman) ya que no dejamos de pensar que es una película, me ha sorprendido y se ha acentuado mucho más esta característica de la película.
Y por último, propondría el visionado de la película a todos aquellos que infravaloran el trabajo del profesor, además de alertar a todos aquellos profesores que solamente quieren esta profesión por supuestamente lo bien remunerada que está, el poco trabajo que tienen y por las vacaciones que disponen, ya que si te toca una clase así no con solo explicar el contenido de la materia tendrás suficiente, porque como se ha podido comprobar, ni al profesor ni a los alumnos se les dejaba hablar, siempre había alguien que interrumpía.
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